viernes, 27 de noviembre de 2009

EL OPUS DEI - UNA RUTA PREOCUPANTE




Respuesta del moderador en la Agencia Católica Internacional a uno de mism comentarios.
Publicado por: Horacio VillanuevaArgentina 08/11/2009 05:12 AM EST

Estimado hermano Peruano Franz Wieser:

Son interesantes tus comentarios y un poco corridos del Magisterio de la Iglesia; tal vez - y lo digo a modo de hipótesis - por ello no se publicó algún comentario tuyo. Recordará que en nuestra amada Iglesia Católica la Iglesia vuela con dos alas muy potentes a través de los milenios (La Virgen María y el Papado). Me alegra que tengas varias redes sociales en internet para acercar a las personas a Jesucristo, pero mucho más me alegraría si las acercaras a la Verdadera Iglesia fundada por Él. Cristo y la Iglesia (el Esposo y la Esposa - ver Efesios Esperando contribuir a tu reflexión teológica me despido cordialmente en Cristo y María.
http://www.aciprensa.com/noticias_seccion.php?sec_id=7

Réplica - Para publicar – Franz Wieser
Lima 08/11/2009

Señor moderador, hermano de buena fe:
Desde el Concilio Vaticano II he aprendido que una cosa es la Iglesia (todo el pueblo creyente), otra el Magisterio parte de esta, con el encargo de anunciar el Evangelio, sin paternalismo, sin afán de dominio (Mt 20, 25-28; 23, 8-12. y sin inventar otro Evangelio (Gal 1, 7-10). En cuanto al culto del la “Virgen”, Jesús era también sumamente claro, es una de nuestras hermanas ejemplares en la fe, más sin prerrogativas de cultos. ( Mt 12, 46-50; Lc 2,11-27-28; 48-49; Jn 2,3b-4). Hay que conocer la historia de este culto que tiene su paradigma en leyendas paganas sobre madres de dioses. La antigüedad y la extensión de nuestra Iglesia no es una garantía de su ortodoxia. Hay religiones más antiguas. Por demás “¡Qué cristo sea anunciado, de esto me alegro! (Pablo). ¡Qué nuestra maltrecha Iglesia Católica vuela sobre las alas del Espíritu que impulsó a Jesús! De esto quiero recordarme.
(No publicado)

P.S.
Dado los límites de palabras impuestos en los comentarios, lo más grave en respuesta del moderador ni he podido objetar: lo de anteponer el acercamiento a Cristo, al de la Iglesia. Eso sí es una teología cristiana al revés. Quiere decir: Sin la Iglesia papal, no hubiese Cristo. Por eso el Papa y sus subordinados pueden modelar un Cristo a su conveniencia. (F.W.)


Y, aquí la segunda perla: Cipriani y el sacerdocio
Sacerdocio es vital para el mundo actual, afirma Cardenal Cipriani
LIMA, 23 Nov. 09 / 08:45 pm (ACI)

En la Misa de ordenación de siete sacerdotes y seis diáconos, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, resaltó que "el sacerdocio es vital para el mundo actual" aunque el mundo se revele cuando "le anunciamos que hablamos en nombre de Cristo".
En la Eucaristía que presidió en la Catedral de Lima, el Purpurado explicó que los tiempos actuales son de especial lucha para los sacerdotes y que "la presencia del sacerdote hoy es signo de contradicción, asusta al mundo. Ese mundo se revela cuando le anunciamos que hablamos en nombre de Cristo".

Seguidamente resaltó que "el sacerdocio es vital para el mundo actual, pero no seamos mundanos: cuiden esa vida espiritual, esas medidas de prudencia que constantemente reciben en sus horarios, hábitos de conducta, modo de vivir y amistades. Vivan esa austeridad".

"Levantemos la mirada para saber iluminar con nuestro ejemplo. Aspiremos a esa vida sobrenatural encarnada en las tareas ordinarias. El día en que el mundo vuelva a reconocer que amor y dolor son la misma expresión de la verdad, ese día podremos decir se inicia la revolución de Dios en el mundo contemporáneo".
El Arzobispo de Lima también pidió a los nuevos sacerdotes y diáconos "un amor fiel y cuidadoso en los detalles de la Liturgia, la vestimenta, la celebración Eucarística, cuiden el cuerpo de Cristo. El cuerpo de Cristo se recibe de modo ordinario de rodillas y en la boca, por amor y respeto".
Al hablar luego de las características del sacerdocio, el Cardenal Cipriani subrayó la humildad que dijo es "la base de toda misión del sacerdote. Y esa humildad tiene caminos concretos, se manifiesta en la búsqueda de Dios en la oración; la dirección espiritual; en la piedad y ternura con la que celebran la Santa Misa, rezan el oficio divino y atienden a las almas. El sacerdote es para los fieles, no es para sí mismo. Por eso, estar en segundo plano, dejemos que Cristo sea quien se luzca".
Finalmente el Purpurado alentó a los padres de los nuevos sacerdotes y diáconos a "seguir queriéndolos, acompañándolos, corrigiéndolos. Y todos los fieles, busquemos vocaciones, hay abundantes, hay que ayudarlos".

Los siete nuevos sacerdotes son Martín Carrillo, Ricardo Fernández, Luis Miguel Gamboa, Fernando Janssen, Julio Pérez, Litman Rodríguez y Javier Sobrino. Los seis nuevos diáconos son Wilman Cuyutupac, Edwin Delgado, José Manuel Mondragón, Omar Plasencia, Julio Rodríguez, e Iván Ventosilla. Todos se formaron en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo

Lo comento:

Vital es que en la Iglesia haya sacerdotes a la imagen del Buen Pastor, no mercenarios, ni magos, superhombres o un corazón con los dictadores, tentaciones que Jesús ha rechazado como demoníacas.

Si el sacerdocio para “este mundo” resulta ser “un signo de contradicción”, habrá que preguntarse si es a causa de Jesús y su Buena Nueva, o por la conducta de sacerdotes, obispos, cardenales y Papas que contradicen lo que quiso Jesús.

¿Acaso no es mundano residir en palacios, ocupar tronos, ornamentarse con sotanas, largas capas, báculos, mitras e indumentos ondulantes y dorados? ¿No es mundano recomendarse con títulos altisonantes como: reverendo, excelencia, eminencia, o Su Santidad? ¿A qué Jesús pretenden representar, y hablar en su nombre? ¿Al Jesús de Nazaret, al histórico que ni quiso que se le llame “maestro bueno”, o saltando el “Camino, la Verdad y la Vida” en un mundo como este, representando al Jesús glorificado? ¿No les interesa más el poder y la gloria, que al hombre que anhela su liberación, su liberación de seres humanos quienes se endiosan a sí mismos?

Entre los hábitos de conducta Jesús diseñaba claras directivas para sus seguidores inmediatos: Que no tengan una actitud paternalista, que no sean dominantes igualándose a los que dominan en este mundo, que no se den de maestros (hasta infalibles), ya que debe primar la fraternidad bajo el único Padre. ¿Acaso no significa dominio de unos sobre otros cuando se establece cánones de jerarquías y se reparte facultades particulares, sin considerar los carismas que el espíritu reparte donde a él le place? ¿No significa dominio, cuando unos sancionan a hermanos en la fe, los relevan de sus cátedras y púlpitos, los excomulgan, porque no se ajustan a lo que desde la cúpula de la pirámide clerical se considera ortodoxo? ¿No les basta a nuestros dueños de la fe el primer mandamiento, el único según el cual seremos todos juzgados? Sería el único habito que el pueblo tiene derecho de esperar de sus pastores.

El colmo de insensatez está en la frase de “su excelencia” que el amor y el dolor son la misma expresión de la verdad”, seguro de que comenzaría la revolución de Dios cuando el mundo acepte esta extraña tesis. ¿De donde Cipriani habrá sacado esta sabiduría? Creo del camino que propuso el “santo” fundador del Opus Dei. De los Evangelios de ninguna manera. Primero hay que diferenciar: hay sufrimientos causados por comisiones u omisiones humanas. Jesús ha venido para aliviarlos con sus curaciones y animaciones. Hay también sufrimientos que son consecuencias del verdadero amor, que no solamente cura y levanta, sino desenmascara a los causantes de sufrimientos, por el hecho de “que odian la luz (la verdad) porque pone al descubierto su iniquidad”. Le pasó a Jesús y a muchos de sus verdaderos seguidores, sabiendo que la verdad hace libres. Estos son sufrimientos no buscados, sino aceptados como consecuencia de una amor sin límites. Jesús tenía horror al sufrimiento. No lo buscó. Se le impusieron. Esta es la verdad histórica.

Del “amor fiel y cuidadoso en los detalles de la Litúrgica” no se encuentra absolutamente nade en el entorno de Jesús, ni en la última cena. Se trataba de una última comida de despedida. Nadie estuvo de rodillas, todos recibían el pan, signo de unión y vida, en sus manos. Aparte de la higiene, ¿acaso no pecamos más con la lengua que con los manos? Que el Cardenal tiene una lengua floja, confesó él mismo. El respeto no consiste en detalles, sino desde en un sentir de lo más profundo de la persona. y us expresiones son múltiples.
Lo que sí comparto plenamente con Cipriani es “que sea Cristo quien se luzca”, pero el Jesús histórico, no el maquillado al gusto y conveniencia de quienes dicen ser sus representantes exclusivos. ¡Que todos lo representen, dejándose llevar por el mismo Espíritu que es amor y libertad!

jueves, 19 de noviembre de 2009

ESCANDALO DEL CARDENAL DE LIMA.

ESTA ES UNA CARTA PARA QUE LA IGLESIA ENTERA SEPA DEL TIPO DE CARDENAL QUE TIENEN LOS PERUANOS.
Carta de apoyo al padre Eduardo Arens, S.M.y de rechazo a la actitud intolerante del cardenal de Lima Juan Luís Cipriani

La hostilidad que provoca en Mons. Juan Luís Cipriani cualquier situación queescapa de su control o que desafía su limitada comprensión de la realidadperuana y eclesial, es suficientemente conocida como para recurrir a ella yargumentar en favor de mi profesor, amigo y colega Eduardo Arens. Además desus conocidas rabietas, rociadas de lenguaje grosero que ponen en situaciónembarazosa a la Iglesia peruana y a sus propios cofrades del Opus Dei, sontambién ampliamente reconocidas las ambiciones de poder que conducen aCipriani a actuar de modo arbitrario, arrogante y caprichoso, como lo pruebanmultitud de sacerdotes y religiosos que se han visto obligados a emigrar dela Arquidiócesis de Lima, porque los ha despojado de casas de retiro yparroquias. Está de más recordar que la ambición máxima del purpurado esasumir el control absoluto de la Universidad Católica, deseo que se haya vistofrustrado por la acción eficaz de nuestra primera casa de estudios. Pero todoesto no sería más que fruto de un dudoso exceso de celo, comprensible en unarzobispo de escasos recursos teológicos y torpeza pastoral si es que ademásCipriani no hubiera sido un permanente obstáculo de las investigaciones alrégimen dictatorial y corrupto de Fujimori, un decidido enemigo de laComisión de la Verdad y Reconciliación y un obcecado enemigo de la defensa delos derechos humanos.Destruye lo que no comprendes, parece ser el lema pastoral del cardenal JuanLuís. Sus berrinches acompañados de improperios, que son bastante conocidos ydivulgados sotto voce por los temerosos clérigos que lo rodean, se handirigido de modo sistemático contra cualquier teología que exija un mínimo deesfuerzo intelectual. Un razonamiento complejo que requiera comprender dosproposiciones antes de arribar a una conclusión parece que desafía la simplefe del pastor y pone en figurillas a sus asesores teológicos. Cipriani se haconvertido en la Iglesia peruana en un alma gemela del general Artola de losaños de la dictadura militar; prueba de esto es que en los corredores delpalacio arzobispal y la Facultad de Teología circulan varios chistes sobre elescaso cacumen del mitrado. Por otro lado esto no tuviera nada de objetablesi sólo se tratara de desinformación teológica o una simple deficiencia deformación, después de todo el razonamiento teológico es deseable pero no escausa eficiente para lograr la santidad ni para el ejercicio de pastor. Sinembargo, incapacidad teológica y ausencia de humildad, sí son una combinaciónfatal, deplorable en los llamados príncipes de la Iglesia. Ya que la situación actual de la exégesis católica exige comprensión de lacomplejidad de la Sagrada Escritura, espíritu orante para estar en sintoníacon la Palabra y una vasta información respecto de los documentos que emanande la Pontificia Comisión Bíblica, requisitos que no están al alcance demonseñor Cipriani, no es de extrañar que sus temores y ansiedades se hayandirigido desde hace más de una década al primer biblista del Perú, el padreEduardo Arens, sacerdote religioso marianista, doctor en teología bíblica enla Universidad de Friburgo y destacado miembro de diversas asociacionesinternacionales de biblistas. El recorrido intelectual y la integridad moraldel padre Eduardo son tan reconocidas en el mundo eclesial peruano y más alláde nuestras fronteras, entre los religiosos y laicos estudiosos de la Bibliacomo la dureza de mente y corazón del cardenal de Lima. Eduardo Arens hainfluido positivamente en la formación teológica de numerosas generaciones dereligiosos y sacerdotes que hoy día ejercemos la docencia y diversidad deministerios en la Iglesia peruana, que ha encendido los celos cardenaliciosal punto de despojar a Eduardo de la missio canónica, es decir del permisopara enseñar. Una comunicación de agosto del presente año al InstitutoTeológico Juan XXIII de Lima, donde Eduardo Arens es profesor principal deBiblia, ha sido el manotazo que Cipriani ha lanzado al religioso marianista,afirmando que no le concederá el permiso de enseñar de forma tajante ydefinitiva. Esta orden cuidadosamente protegida por las discretas autoridadesde esa institución, no podía mantenerse más tiempo en secreto porque elInstituto Teológico Juan XXIII es una institución dependiente de lossuperiores religiosos que envían a estudiar a sus jóvenes a tal centroteológico y por medio de estos provinciales conozco no sólo la inminenteprohibición de enseñar a Eduardo sino además a otros dos expertos profesores.
La campaña de Cipriani contra Eduardo no tiene sólo carácter doctrinal. ¡Quésaludable sería para el mundo teológico limeño un diálogo de un arzobispopreocupado por la ortodoxia y de un biblista que desgrana las riquezas de laPalabra de Dios, esto llenaría los balcones de la Plaza Mayor de Lima! Peroes imposible de esperar esta actitud dialogal en Cipriani cuya únicaherramienta pastoral es la amenaza y que jamás se atrevería ni siquiera aponer por escrito las razones teológicas por las que se opone con tanta sañaa un teólogo. En el fondo la enemistad del cardenal con Eduardo hunde susraíces en la ambición. Se debe a que, como sacerdote marianista, Arenspredica en la parroquia de Santa María Reina, cuya audiencia incluye a unpoderoso sector económico y político de la ciudad y a muchas otras personasque, aunque ya no viven entre San Isidro y Miraflores, acuden a la misa deEduardo desde otros barrios igualmente ricos, porque prefieren el estilodirecto, franco y agudo de Eduardo que dista mucho de los aburridos sermonesde corte moralista y reprochador, que cada vez son más frecuentes en Lima,incluidos los del señor cardenal. La predicación de Eduardo es sobre todohumana y recurre al Evangelio para iluminar la vida común de los fieles yanimarlos a practicar la fe más allá de los reclinatorios de la iglesia ¿Quépodría incomodar más a Juan Luís que el padre Arens tenga como auditorio a laclase social que más apetecen controlar el Opus Dei y otros grupos afines pormedio de su jerarca? ¿Enrojecerán las mejillas del cardenal, como su vistosotraje, cuando escucha los sermones que hace grabar por sus espías en SantaMaría Reina, al comprobar la integridad de Eduardo quien se dirige a lospoderosos de la ciudad después de ejercer una labor ministerial en lospueblos jóvenes de Lima? Algunos allegados me han comentado que el retiro dela missio canónica a Eduardo Arens fue un viejo anhelo del cardenal quien haafirmado que no le permitirá enseñar “mientras sea arzobispo de Lima”. Esobvio que Juan Luís no conoce lo que es la conversión, porque si actuarapastoralmente dejaría por lo menos la oportunidad de una futura corrección yreconciliación. Pero es obvio que aquí se trata de iras no santas.
He comentado con muchos amigos y amigas que tienen autoridad en la Iglesiaperuana de la triste situación que los jóvenes religiosos y seminaristas vana experimentar el próximo año si se le cierran las puertas de las aulas anuestro más ilustre biblista. Eduardo ama la enseñanza pero sobre tododetesta la mediocridad y nunca va a dejar de ser una presencia incómoda paratodos los que se contentan con verdades de conveniencia y prefieren no enojara los jerarcas de turno. Mis amigos y colegas han demostrado simpatía porEduardo y vergüenza por las herramientas a las que recurre la máximaautoridad de la arquidiócesis de Lima. Pero también ellos me han explicadoque si se oponen púanhelo del cardenal quien haafirmado que no le permitirá enseñar “mientras sea arzobispo de Lima”. Esobvio que Juan Luís no conoce lo que es la conversión, porque si actuarapastoralmente dejaría por lo menos la oportunidad de una futura corrección yreconciliación. Pero es obvio que aquí se trata de iras no santas.
He comentado con muchos amigos y amigas que tienen autoridad en la Iglesiaperuana de la triste situación que los jóvenes religiosos y seminaristas blicamente a las medidas autoritarias del cardenal, se exponen a sufrir las mismas consecuencias y poner en peligro su permanencia en el territorio de la arquidiócesis de Lima lo que pondría también en vilo las numerosas obras sociales, en particular la educación, salud y alimentación de los más pobres. ¡Qué lástima que el temor sea el únicosentimiento que provoca un pastor sobre su grey!Si Cipriani estuviese convencido que Eduardo está equivocado teológicamentese preocuparía por ayudarlo a corregir sus errores, pero esta jamás ha sidosu actitud, a pesar de que Eduardo solicitó por diversos canales laposibilidad del diálogo. Más bien ha planificado destruir a la persona y nocombatir con razones la incómoda predicación en el templo o en las aulas. Asíse ha hecho merecedor del reproche del profeta Ezequiel a los pastoresperversos: “No fortalecen a las ovejas débiles, no curan a las que estánenfermas, no vendan a las que están heridas, no traen a las descarriadas, nibuscan a las perdidas, sino que las dominan con dureza y crueldad” (Ez 34,4).Ya no vivo en Lima, si no pegaría con cinta adhesiva esta carta en la puertade la catedral. Para mí, como religioso peruano, una prohibición a otroreligioso sin mediaciones dialogales no es sólo un insulto a la inteligencia,también es un acto contrario a la dignidad de la vida religiosa. Convoco a la multitud de exalumnos de Eduardo, muchos de ellos en posición deimportancia en la Iglesia peruana, que expresemos de todos los modos posiblesnuestro rechazo a las actitudes intransigentes e infantiles de quien anhelacon tantas ganas llegar a ser el Presidente de la Conferencia EpiscopalPeruana, cargo que sus hermanos obispos han visto imprudente dejar en manosde tan irascible prelado. Cipriani suele esgrimir el argumento que si se lecritica a él, se critica a la Iglesia. No. Esta carta no es de crítica a laIglesia, es de crítica a un pastor con nombre propio y sólo está en esaposición por un fatal error.
Hugo Cáceres Guinet, CFC
Movimiento Teologías de la Liberación-ChileCorreo: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sobre la interrupción del embarazo.

SOBRE LA INTERRUPCION DEL EMBARAZO
Desde la perspectiva de la fe cristiana.
Por Franz Wieser

Anticipo: Toda interrupción del embarazo es lamentable. Con ella se corrige una falla que afecta el bienestar de la mujer. El ideal sería que ninguna mujer o pareja se vea en el apremio para abortar lo concebido y que sean libres para una paternidad responsable en un mundo cuyo espacio para una vida en plenitud para todos se achica. Dada la condición frágil humana, este ideal queda en el nimbo de un ideal. A esto se asocia la incertidumbre, sea científica como religiosa, sobre el momento de la gestión materna se puede considerar al embrión o el feto una persona humana.

1.La cuestión básica: ¿En que momento se inicia el ser humano?

“Un burdo sofismo de confundir un embrión con un ser humano”.
Existe un prejuicio en ambos lados, en aquellos que defienden el aborto en determinadas situaciones, y de aquellos que lo condenen como un crimen: Ambos quieren conocer el momento en que se genere un ser humano en el seno de la madre, moviéndose en lo mero científico-biológico. La ciencia se basa únicamente en la observación del desarrollo biológico, químico y del comportamiento somático, en lo esencial común a todo ser viviente. Es sintomático que los mismos ONGs “pro vida”, omiten en general la palabra “humana”, pero insisten en llamar el aborto un “asesinato”. Una aparente incongruencia. El sentido común nos dice que una flor del manzano no es una manzana; una semilla del árbol, no es un árbol; un huevo frito no se vende como un pollo a la braza, aún cuando fueron previamente fertilizados, ¿porqué un embrión debe ser considerado un ser humano? Puede llegar a serlo, lo es en potencia, más no en esencia. Totalmente de acuerdo con el Presidente de la Corte supremo, Javier Villa Stein: Lo de la píldora del día siguiente es un asunto teológico (El Comercio, 01-11-09, en entrevista con M. Balbi. Lo mismo vale para los días y semanas siguientes desde la concepción. Y, ¿Qué nos pueden decir los teólogos que con tanto vigor salieron al frente del anteproyecto de la Comisión Multipartidaria y celebran con tanto entusiasmo el fallo del TC?

La Biblia tampoco revela algo sobre el origen del ser human en el seno de la madre. Para el Antiguo Testamento no constituye ningún problema y el Nuevo Testamento incluso lo ignora. Santo Tomás, doctor de la Iglesia, llamado el “doctor angélico”, opinaba que recién pasadas unas tres semanas desde la concepción se puede hablar de un ser humano. El famoso teólogo católico, autor de la obra “La ley de Cristo”, escribe: “No está en el ámbito del Magisterio de la Iglesia el resolver el problema del momento preciso después del cual nos encontramos frente a un ser humano en el pleno sentido de la palabra”. Si no es de la competencia ni de la ciencia, ni de la teología, ¿porqué tanta palabrería? Se habla del trauma por parte de madres que abortan. ¿Sorprende, cuando se les bombardea con término de “asesinado”, “pecado mortal”, “infierno”, o confesión auricular con las siguientes amonestaciones tremendistas?

2. ¿El fin no justifica los medios?

Supongamos que los autores de la constitución peruana, los del Opus Dei tenían una revelación particular, para afirmar: “El concebido es sujeto de derecho (es decir persona) en todo cuanto le favorece”. Bajo el lema “el fin no justifica el medio”, es decir la salud integral o la sobrevivencia de la madre, de una menor violada por un delincuente, la deformación constatada en el feto etc. no justifican la interrupción del embarazo con la consecuencia de la muerte del ser viviente (aún en la duda si se trata o no de un ser humano), sus armas parecen bien afiladas.
Los adeptos a “pro vida”, no son más que consecuentes en este caso, más no en otros. Justifican, por ejemplo la autodefensa amenazados de muerte, matando al rival antes; Se justifica el armamentismo, el militarismo al menos para guerras defensivas. En todos estos caso y otros se relativiza el dicho, hecho dogma en la teoría: “el fin no justifica el medio”, por tratarse de “valores superiores”, como son la vida propia, o la de la Patria. También una vida digna de un nacido es un valor superior a una para nacer. La pregunte es: ¿En cuantos casos más los medios son relativos al fin? En el tiempo de mis estudios de teología en Alemania e Italia, se nos decía que es lícito sacrificar al bebe para nacer cuando la vida de la madre esté en peligro, puesto que la intención no sería abortar al bebe, sino salvar la madre. Esto era antes del Concilio Vaticano II.


3. Subsiste el perverso espíritu de la inquisición.

Nadie ha de molestarse del criterio que tienen los obispos en el asunto, y que lo comparten con los fieles, aunque resulta difícil creer que en un tema tan cuestionable, hay tanta conformidad de conciencias entre ellos. Sin embargo, lo que sí debe preguntárseles: ¿Requieren realmente el refuerzo de leyes penales, para hacer valer entre sus seguidores sus principios morales? Esta es la impresión general de gente pensante, incluso de creyentes, cuando se va con todo contra un proyecto de ley que busca despenalizar la interrupción del embarazo en los casos que conocemos. ¿Qué político creyente no se va asustar cuando el cardenal los campara con Herodes que mató niños a quienes optan por la despenalización, a parte de razones políticas para una eventual reelección?

Con este tremendismo no se hace un servicio ni a la verdad, ni a la imagen de una Iglesia que como bandera debería tener la misericordia con las mujeres más afectados en casos de violación sexual o malformación del feto. No les basta asustar con pecados e infierno, además debe haber cárcel. Se huele el espíritu perverso de la Inquisición. ¡Que nos salven el humanismo, la ilustración, la reforma protestante, la revolución francesa sin violencia, la democracia, los DDHH! ¡Que nos salve la Buena Nueva, auténtico depósito del hombre de Nazaret, contra nuevas hogueras, torturas, y caza de brujas en nombre del “Dios de la vida”!

5. Santos varones sin misericordia

Y, como si para los eunucos “a causa del Reino de Dios” (?), no fuese suficiente cargar sobre las espaldas de la mujer violada o con cargando un feto deformado el trauma de ser “asesina”, le prohíben además medios preventivos que no sean aquellos marcadas con fechas que llama naturales. Sigue vigente la crítica de Jesús a los fariseos y a los teólogos (escribas) de su tiempo: “Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de las personas; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas”. Dicho con palabras de hoy: Ay de los fariseos y teólogos que aterrorizan a las mujeres y parejas con conceptos morales a las cuales ellos se sustraen con su celibato, una pantalla para aparentar los perfectos. ¡Que tire la primera piedra quien lo es!

La ciencia encuentra sus límites donde comienza el misterio del hombre, creado “a la imagen de Dios”. Mucho menos compite a los líderes de la Iglesia encontrar el misterio en la misma línea de las ciencias exactas. Lo que sí es competencia de los pastores de la Iglesia está con bastante claridad señalado por Jesús de Nazaret: camino, verdad y vida, vida en abundancia, vida integral, vida para los nacidos, pro vida h u m a n a.