jueves, 24 de septiembre de 2009

Golpe de Estado


Los recientes acontecimientos, que se están dando en la República de Honduras, población de habla hispana, que se encuentra en problemas, desde hace 87 días; debido a la interrupción del orden democrático, por un grupo de golpistas, dirigidos por Roberto Micheletti; amparado en las fuerzas militares, quien a su vez, siguen directivas del Gobierno de los Estados Unidos, que mantienen una base aérea militar en este País, por otro lado, el Gobierno de EE.UU., públicamente, y por guardar las apariencias, indica que respalda la democracia, pero una vez mas, se plantea el doble juego, de predicar lo que no se practica.
Es claro que, los recientes compromisos, por parte del Presidente Constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, le hayan causado resquemor, al Gobierno de EE.UU., al asociarse al grupo del ALBA, organismo latinoamericano, patrocinado por el Gobierno de Venezuela; quien a sus asociados les brinda: facilidades económicas, petróleo barato, asistencia médica, entre otros beneficios; con el fin que se desarrollen políticas socialistas, para disminuir la pobreza, y las desigualdades sociales, que se dan en América, y que no han podido ser, atendidas por las políticas Neoliberales, donde lo único que cuenta, son los resultados económicos, y no las condiciones de vida ,que tienen los latinoamericanos.
La política de los EE.UU., abanderada en el ejercicio de la democracia, e impulsora de la democracia en el mundo, cuando se trata de políticas internacionales, en países con problemas; practica el imperialismo indolente, donde lo único que cuenta, son los intereses estratégicos. Parece ser, que los países del mundo, tienen miedo de actuar, en apoyar con una fuerza multinacional, para restablecer la democracia, en Honduras, tan pedida por su pueblo; el cual padece hambre, continuos maltratos, por parte de la policía, y militares, sin embargo, se mantiene, en permanente protesta, contra el Gobierno golpista, quien representa a un grupo de aristócratas, que abusan de los pobladores de este País.
Es común, que en los Países de América y del Caribe, la ausencia de memoria, frente a los fenómenos políticos, y la poca valoración de la historia reciente, nos impida relacionar los hechos políticos, que se han dado en el pasado, como es el caso de Haití, País con idioma Francés y haitiano; que estableció la democracia, a presión de los EE.UU., y con mucha esperanza, por parte de su pueblo, el cual es de raza negra; entrando a gobernar, en el año 1990, el señor Jean-Bertrand Aristide; de profesión Sacerdote, y Psicólogo, quien a los pocos meses, es sacado del poder, por el golpista Raoul Cedras, y restituido al poder con el apoyo de los EE.UU., en el año 1994, mediante el apoyo armado, quien pidió la rendición, del dictador y de los generales, que lo apoyaban; no se suscitó ningún disparo, por que fui testigo de excepción, por encontrarme en este País.
Jean-Bertrand Aristide, concluye su mandato en el año 1995, y es reelecto en el año 1996 al 2001; en el 2001, es reelecto hasta el 2006; abandonando el Gobierno, en el año 2004, debido a las presiones, de los neoliberales, quienes comienzan una política de hostigamiento, debido a que Haití, estableció relaciones diplomáticas, con Cuba, y Venezuela, y esto generó, la antipatía por parte de los Estados Unidos, propiciando su renuncia al cargo, el 29 de febrero de 2004.
¿Este no es un abuso, de la política imperialista de los Estados Unidos, que sembró el caos, para luego abandonarlo a su suerte y finalmente para ser ocupado, por fuerzas de las Naciones Unidas, las cuales fueron solicitadas por el Presidente renunciante?
¿Esta es la política, que debemos esperar los países, que no nos sometemos a la presión de los EE.UU?; ¿Donde, a quedado la libre determinación de los pueblos? hoy la inacción de los Estados Unidos, frente a la situación que vive Honduras, pareciera ser que esta orientada, a aplicar la política, de confusión que practicó en Haití. Las personas de mediana cultura, tomando conocimiento, de este tipo de política, tan cruel, debemos hacerle frente, para cortar las injusticias en el mundo, de las cuales somos simples espectadores.
Este medio, el virtual, nos permite expresarnos libremente, por que estoy seguro como periodista; este comentario, no lo aceptaría, ni la prensa hablada y escrita de mi País, que es el País del disimulo, y las medias verdades que es el Perú.

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