martes, 15 de septiembre de 2009

La hipocresía de la Política Peruana

Desde el establecimiento del Virreinato como manejo político, en representación del País conquistador, la conducta de los peruanos siempre fue extranjerizante; buscaban el reconocimiento de los conquistadores para obtener ventajas en el trato hacia ellos, desarrollando la costumbre de utilizar el disimulo, la verdad a medias, la imprecisión, como parte del accionar político que se ha mantenido hasta nuestra época, basado en el concepto de la prudencia de omitir las posibles verdades referentes a cualquier reivindicación. Con el establecimiento de la República, esta forma de llevar este estilo de política poco clara, se ha convertido en costumbre, por cuanto en los avatares de la política de pronto destaca un líder de hablar directo a su buen entender, automáticamente surgen las agresiones basadas en comentarios maldicientes y chismes, buscando destruir la imagen de la persona. Sé que el común de la gente debido a su baja cultura, tanto hoy como ayer se prejuicia rápidamente sobre la conducta de un líder que busca alguna reivindicación, como es el caso de la congresista Nancy Obregón; que busca proteger a los campesinos productores de la hoja de coca, marcando distancia con los industriales ilegales de la cocaína, ya que la hoja de coca es un insumo para la elaboración de la cocaína; y por ese motivo son perseguidos y maltratados los productores, me pregunto ¿Qué pasaría si persiguiéramos a los productores de kerosene y reactivos químicos debido a que sus insumos contribuyen a la elaboración de la cocaína?
En todo caso a quien hay que perseguir, es al industrial informal productor de cocaína; quién busca lucrar con esta actividad.
Los campesinos productores de hoja de coca, que continúan con una costumbre ancestral peruana, pudieran ser perseguidos, si es que este producto no fuera originario de nuestro País, como el caso de la amapola para elaborar el opio, la coca en la medicina folklórica naturista es empleada como desinflamante para enfermedades reumáticas, como digestivo, entre otros usos curativos.
Es importante escuchar el mensaje de la congresista y dirigente de los agricultores de hoja de coca; por que ella es conocedora del sentir de estos agricultores, que si no fuera por la miopía del Gobierno que busca resolver los problemas sociales desde Lima, sin vivir la realidad de estas personas, desarrollando conceptos prejuiciados que alejan cualquier solución pacífica, con el aporte de la parlamentaria, conocedora del problema, daría luces, en un acuerdo de búsqueda de solución al conflicto, con funcionarios del ejecutivo, que estén dispuestos a aportar soluciones, y no para entorpecer como muchas veces ha sucedido.
Es común que en nuestro País no exista un diagnóstico de las poblaciones, del sentir, pensar; tan solo nos preocupamos de diagnósticos económicos a la ligera, como si esto fuera la primera prioridad, y nos olvidamos del sentir del poblador en su vida diaria, que normalmente se siente abandonado del Estado en prodigarle soluciones, y cuando el Estado se hace presente, desarrolla la imagen de la imposición y de verdugo, que a la larga todos sabemos el final de los conflictos, quienes defienden a los pobladores pasan a ser enemigos del Estado en su condición de agitadores, tal como los califican, parece que los gobernantes olvidan que el Estado es de todos los ciudadanos, pero pareciera ser que cuando nuestros gobernantes proponen soluciones, que casi siempre son inmediatistas, reviven la investidura en su actuar, de señores feudales, donde el ciudadano se vuelve súbdito y si no lo hace, es juzgado por opiniones altamente prejuiciadas, que no les permiten observar la realidad con objetividad.
Las agresiones que ha recibido la congresista Obregón por los medios de prensa y algunos parlamentarios en días pasados, me llevan a recordar a Micaela Bastidas, que buscando reivindicaciones a los criollos y apoyando a José Gabriel Condorcanqui Tupác Amaru II, fue ajusticiada por tribunal sumario, siendo los cargos un conjunto de prejuicios, para que, después al pasar de los años con vergüenza, tengamos que reivindicarla como prócer y heroína.
Es hora que Sociólogos, Antropólogos, Historiadores, investiguen y aporten soluciones para lograr una autentica paz social.

Alberto Pareja Pflücker
Periodista.

1 comentario:

  1. La hipocresía política no es solo peruana, pienso que forma parte del arte político. Los políticos acuerdan a espalda de sus electores, y luego disimulan sobre el acuerdo, o se excusan con palabras fútiles y sin sentido....
    Saludos. Interesante blog el suyo.

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